Las obras de esta serie fueron realizadas con espuma de poliuterano expandido, un líquido utilizado como material industrial. Tras unos segundos, se transforma en una espuma de un tamaño tres veces mayor para solidificarse y actuar como aislante y relleno. Orozco encontró en este material un componente orgánico parecido a la lava, y altamente manipulable pero con una variación flexible y azarosa. Estas esculturas fueron realizadas al verter el líquido en unos recipientes de látex que creó previamente y sometidos a la gravedad y al estiramiento del recipiente y sus diferentes tensiones.