Liliana Porter es una de las figuras más importantes del arte contemporáneo argentino. Su práctica multimedia aborda la desconexión entre la realidad y su representación, combinando enfoques conceptuales y críticos con una sensibilidad pop. Porter incorpora sus colecciones de figuritas y juguetes antiguos como medio para representar lo mundano de la vida cotidiana. En Trabajo forzado, la figura en miniatura, que parece estar paleando tierra de la estantería para acumularla en un montículo descomunal, evoca la futilidad existencial de nuestras actividades cotidianas.