DAMIEN HIRST: VIVIR PARA SIEMPRE (POR UN MOMENTO)
GALERÍA 1 Y PLAZA

For the Love of God (2007) [Por el amor de Dios] ocupa el centro de la galería 1. Es una de las obras más conocidas de Hirst. Esta obra combina su interés por las imágenes de la muerte con ideas sobre creencias y valores. For the Love of God, un cráneo humano fundido en platino con incrustaciones de diamantes y dientes humanos, está considerada una de las esculturas más costosas jamás producidas. Rinde homenaje a los cráneos aztecas adornados con turquesas y otros materiales preciosos y a una gran gama de otros objetos sagrados, percibidos como de valor inconmensurable. El costo de esta obra formó parte de su concepto desde el principio, en un momento de precios récord durante un período especialmente floreciente del mercado del arte. Se relaciona con otros proyectos de Hirst que cuestionan el sistema de valores asociado al arte, cuando colocó cuerpos de obra directamente desde el estudio en subastas, eludiendo el procedimiento establecido de las galerías para vender arte.

Alrededor de la “calavera de diamantes” hay ejemplos de la serie de pinturas del artista titulada Cherry Blossom [Cerezo en flor]. Adoptan el método del puntillismo de los posimpresionistas franceses. La aplicación de puntos de color en lugar de líneas para definir la forma también tiene claras asociaciones con las Spot Paintings abstractas del propio Hirst. Reivindicó este enfoque como una vuelta al arte que le gustaría a su madre, una belleza sencilla y atractiva para todos. Como ocurre a menudo con Hirst, lo que parece una declaración simple o ingenua, ofusca una posición más crítica. La flor del cerezo es también un símbolo de la naturaleza transitoria de la vida en muchas culturas, debido a que florecen sólo brevemente en primavera, ampliando su exploración del arte en relación con la brevedad de la existencia. Juntas, las pinturas de la calavera de diamante y las Cherry Blossoms prolongan un cuestionamiento de la naturaleza del valor y la fugacidad de la vida.

Una serie de obras situadas en la terraza y en la plaza se centran en representaciones escultóricas de la forma humana. La escultura de bronce pintado de la plaza, de más de 10 metros de altura, se titula The Virgin Mother (2005) [La Virgen Madre]. Se basa en un modelo didáctico empleado para estudios anatómicos que muestra a una mujer cerca del término de su embarazo, con una parte de su torso expuesta de piel y músculo para revelar sus órganos. El título tiene una obvia connotación religiosa, y continúa la fusión que se encuentra en toda la obra de Hirst entre la ciencia y las creencias religiosas. Hirst comenzó a producir obras basadas en modelos anatómicos ampliados en la década de 1990, después de incluir inicialmente tales modelos en los primeros Medicine Cabinets. Como en el caso de los animales preservados, se trata de una aproximación inquebrantable a la dualidad de la belleza y el horror, aplicada a la forma humana, aunque de forma esquemática.

Las esculturas de bronce más recientes, conocidas en conjunto como Relics [Reliquias], exploran otros ejemplos de figuras religiosas, de nuevo fusionadas con aspectos científicos. El mártir desollado San Bartolomé, asociado con la medicina y la cirugía, aparece representado en The Martyr - Saint Bartholomew (2019) [El mártir – San Bartolomé] llevando su piel sobre el brazo, con un bisturí en una mano y unas tijeras en la otra. Su imagen se ha representado con frecuencia en pinturas cristianas y se convirtió en un medio admisible de representar la anatomía en un período anterior a la Ilustración, en el que la medicina y la fe estaban estrechamente entrelazadas. Mientras tanto, en Anatomy of an Angel (2008) [Anatomía de un ángel], al igual que en The Virgin Mother, se revela una parte de la anatomía de la figura, en contradicción directa con la creencia religiosa aceptada durante mucho tiempo de que los ángeles no eran criaturas terrenales y no tenían forma corporal.

A través de este estudio de la extensa práctica de Hirst, Vivir para siempre (por un momento) evidencia el cuestionamiento sostenido de nuestros valores culturales y sociales aceptados. Aunque la mortalidad es un tema que siempre atrae la atención de Hirst, lo que se revela es el punto en el que se funden nuestras vidas, con todas sus complejidades y contradicciones, y trata sobre cómo evitar la realidad de la muerte de forma tan sistemática.