Ceal Floyer utiliza materiales simples y fáciles de conseguir, como papel, rotuladores y cinta adhesiva, para crear arte como parte de una generación de artistas que surgieron en el Reino Unido durante la década de 1990, en contraste con los Young British Artists [Jóvenes Artistas Británicos]. Los procesos y formas simples de sus obras a menudo conllevan una resonancia emocional irónica. Para esta pieza Floyer sostuvo un rotulador sobre un papel, mientras la tinta iba expandiéndose lentamente hasta formar una gran mancha. Si bien adopta la lógica del performance basada en el tiempo procedente de la historia del arte, el uso inútil de material de oficina abre otras interpretaciones. Estas incluyen reflexiones sobre el valor del trabajo, la naturaleza de la burocracia y el aburrimiento, y quizá sobre el bloqueo que puede sufrir un artista al esperar que llegue la inspiración creativa.