Abraham Cruzvillegas
Autorretrato pendiente, contradictorio, inestable y aburguesado, oliendo a malta, atrapado en un embotellamiento, con ganas de cagar desde hace un rato, escuchando a Martha Debayle, al día siguiente de haber leído ‘Campo de guerra’, de Sergio González Rodríguez, intentando escaparme de la mística de la eficiencia y la competitividad, sin señal en mi celular, y soñando con devorar una papaya jugosa, siguiendo el ritmo de ‘Demolición’, de Los Saicos
2014